Las 3 acciones cotidianas que puedes hacer hoy para ser más disciplinado

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Las 3 acciones cotidianas que puedes hacer hoy para ser más disciplinado

disciplina

Uno de los mayores problemas que enfrentamos cuando queremos cambiar algún hábito es la falta de disciplina. Tal vez tú tienes muy claro lo que quieres lograr, pero esta falta de disciplina te impide lograr lo que te propones.

Tener más disciplina te facilita el camino, te hace ser constante y te ayuda a dominar esos impulsos innecesarios que te hacen fallar.

La buena noticia es que puedes cultivar la disciplina en tu vida y vencer la pereza. Aquí encuentras un paso a paso para tener más disciplina y constancia, estrategias de emergencia (cuando te falta disciplina) y 3 acciones cotidianas que entrenan tu disciplina…

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«Me la paso peleando con migo misma porque pienso una cosa y terminó haciendo otra… raramente cumplo lo que me propongo como reto personal. Es una pelea entre decidir hacerlo y llevarlo a cabo» – Osmir (lector de Habitualmente)

En la universidad tenía un amigo al que le decíamos “el suertudo”.

Era el portero del equipo y dentro de la cancha parecía que tenía superpoderes. Casi nunca le metían un gol y gracias a su talento, el equipo era campeón año tras año.

Eso es precisamente lo que todos creíamos, que tenía un talento excepcional en la portería, pero, esto no era del todo cierto.

Una vez me acerqué a conversar con él, me contó un poco sobre lo que hacía en su rutina diaria y, me quedé impactada.

Su día a día era mucho más complejo y activo de lo que parecía.

Se levantaba cada día a las 6 a.m. y salía a correr un poco antes de ir a la Universidad. Después de clases iba sin falta a todos los entrenamientos de la tarde. No solo eso, todos los fines de semana participaba en por lo menos un partido en el club cerca de su casa.

Para él, descansar era sumamente importante por lo que su hora de dormir estaba clavada a las 10 p.m. obviamente justo después de una buena cena saludable.

Lo impactante era que llevaba varios años con esta misma rutina.

Y entonces me di cuenta de que el talento no era más que el producto de su disciplina.

Su desempeño casi mágico era simplemente el resultado esperado de sus hábitos diarios.

Pero la pregunta más importante es: ¿cómo lograba mantenerse constante? ¿de dónde sacaba esa disciplina de acero?

¿Cómo tener más disciplina?

Ser disciplinado nos garantiza tener buenos resultados en todo lo que nos proponemos.

Nos ayuda a mantenernos constantes. Nos impulsa a tomar acción, evitar posponer y espantar a la pereza.

Lamentablemente la mayoría de personas no tiene suficiente disciplina.

Simplemente porque ser disciplinado es incómodo:

Significa que hay que hacer algo que, en ese momento, no queremos hacer; que tenemos que esperar una recompensa que aún no podemos ver; que tenemos que dominar nuestros impulsos y urgencias (lo que es tremendamente difícil).

Déjame preguntarte algo:

¿Podrías hacer algo que no quieres con el fin de obtener un resultado que realmente quieres?

Si la respuesta es negativa, quiere decir que necesitas más disciplina en tu vida.

 

La autodisciplina implica actuar de acuerdo con lo que piensas (y lo que te propones) en lugar de actuar cómo te sientes en ese momento

 

Piensa en esto:

¿Cuántas veces has pospuesto la alarma de la mañana?

¿Cuántas te has planteado el típico “mañana empiezo a hacer deporte»?

¿Qué me dices de ese atracón de chocolates cuando prometiste bajar de peso?

¿Qué pasó ese día cuando tenías mucho trabajo pero ir a Instagram fue más tentador?

¿Qué ocurrió ese día cuando querías ahorrar dinero, pero las rebajas de verano fueron irresistibles?

En todos estos casos, la disciplina es la herramienta que necesitas para permanecer alineado con tus metas.

Es normal sentir que estamos fracasando cuando no logramos tomar las decisiones correctas que nos ayuden a lograr lo que queremos.

Pero, no tienes que avergonzarte o sentir culpa por no tener disciplina.

En realidad, todos tenemos puntos fuertes de nuestra personalidad, así como ciertas debilidades, por eso la clave es entrenar la disciplina poco a poco.

Quizás sabes que necesitas la disciplina para mejorar tu vida, pero no sabes por dónde empezar o te falta la motivación para dar el primer paso.

No te preocupes, este artículo es el pequeño empujón que estabas esperando.

Vamos a cubrir cómo tener disciplina para lograr lo que te propones, qué hacer en momentos de emergencia, cómo entrenar tu disciplina a largo plazo, y los hábitos que te ayudan a aumentar tu disciplina.

Esto es todo lo que aprenderás aquí:

  1. ¿Qué es la disciplina? y ¿por qué es tan importante?
  2. El paso a paso para tener más disciplina y lograr tus metas
  3. Estrategias de emergencia para los momentos de debilidad
  4. 3 acciones cotidianas que te ayudan a entrenar tu disciplina
  5. Descargable con 5 hábitos que aumentan tu disciplina

¡Comencemos!

¿Qué es la disciplina? ¿Por qué es importante ser disciplinado?

Según la definición, la disciplina significa seguir un determinado código de conducta u orden.

Y la autodisciplina (que es precisamente lo que queremos tener) tiene esta definición:

Capacidad de la persona para llevar a cabo una determinada tarea o para adoptar un determinado comportamiento.

Aquí viene la parte importante: incluso si esa persona preferiría estar haciendo otra cosa 1

Es decir que para ser disciplinados, estamos haciendo uso de nuestro autocontrol para tomar acción incluso cuando no queremos.

Muchas veces quieres hacer algo y sabes que tienes que hacerlo, así que mantener la disciplina es fácil.

El problema es cuando sabemos lo que tenemos que hacer, pero tenemos que luchar contra nuestros propios deseos del momento para tomar la decisión correcta.

Ser disciplinado implica tomar acción pensando en la recompensa (o los resultados) a largo plazo y, posponer esa recompensa inmediata.

Ejemplos:

  • Quiero ver otro capítulo de mi serie por la noche, pero sé que tengo que darle prioridad a mi descanso, la disciplina me ayuda a tomar la decisión de ir a la cama
  • Quiero comer unas galletas de chocolate, pero sé que es mejor elegir una fruta. La disciplina me ayuda a comer una rica manzana.
  • Quiero ir a casa y relajarme, pero sé que me prometí ir al gimnasio después del trabajo, la disciplina me ayuda a no fallar.

La disciplina es el puente entre las metas propuestas y las metas logradas.

Yo me imagino que, tener disciplina es algo parecido a abrir una lata de espinacas y tener una fuerza brutal como Popeye para tomar acción.

Te da fuerza, te hace constante, te ayuda a no procrastinar, a vencer la pereza y a sobreponerte a las «tentaciones».

Cuando logras ser disciplinado, tu confianza aumenta y, la siguiente vez que te enfrentes a este choque de decisión (quiero vs debo) será más fácil tomar la decisión correcta.

Poco a poco tu zona de confort será más amplia y mantener la disciplina costará menos esfuerzo sobre el tiempo.

Los estudios muestran que las personas con disciplina tienden a estar más satisfechos con sus vidas, ya que son capaces de lograr las metas que realmente son importantes. No dejan que los impulsos o sentimientos dicten sus elecciones.

Y aunque quizás ya lo sabes (o es muy obvio), aquí te dejo algunos ejemplos en los que tener disciplina te beneficia enormemente:

  • En el trabajo o en la escuela: la procrastinación se borrará de tu rutina. Porque la disciplina te ayuda a estar concentrado durante más tiempo sin caer en la trampa de las distracciones innecesarias. Terminando con éxito todo lo que tienes pendiente.
  • En casa: la disciplina te permite ser más organizado y hacer esas tareas hogareñas que no nos gustan como: limpiar, ordenar, lavar ropa, etc.
  • En tu alimentación: la disciplina te facilita el camino para cocinar en casa, comprar mejores alimentos, elegir mejor en los restaurantes y evitar las «tentaciones» poco saludables.
  • En el ejercicio o en tu deporte: ser disciplinado te motiva a hacer tu rutina o tu entrenamiento de forma habitual, aunque no tengas muchas ganas o mucha motivación.

El paso a paso para lograr tener más disciplina y lograr tus metas

¿Cómo puedo tener más disciplina para lograr una meta?

Esta pregunta nunca ha pasado de moda.

Desde hace miles de años grandes pensadores y filósofos debatían acerca del tema.

Actualmente numerosas investigaciones continúan tratando de entender ¿qué ocurre en nuestra psique cuando somos disciplinados? y ¿qué ocurre cuando no somos disciplinados? 2 3 4 5 6 7

Y aunque es un tema complejo, estos pasos te darán un punto de inicio para poder desarrollar más disciplina en tu vida y lograr tus metas.

1.- Comienza a cambiar la mentalidad que tienes sobre ti

Cuando adoptas una creencia sobre ti, tus decisiones y acciones se alinean en esa dirección.

Me explico mejor, si constantemente te etiquetas como “una persona que no logra lo que se propone», es muy probable que termines por fallar, ya que inconscientemente estás buscando reforzar esta teoría sobre ti.

Así que cuando venga a tu mente alguna creencia que te impida ser disciplinado, agrega en esa línea de pensamiento algo que ya estás haciendo para lograr ser una persona más disciplinada.

Por ejemplo:

  • Nunca logró lo que me propongo, pero llevo dos días siguiendo mi plan de alimentación
  • Soy muy perezoso, pero hoy deje mi habitación ordenada antes de salir de casa
  • Me falta disciplina, pero pondré en práctica el artículo de Habitualmente

También es importante dejar atrás la mentalidad de que ser disciplinado es imposible o doloroso, porque existen muchas estrategias que verás a lo largo de este artículo que harán que tomar acción (o tomar la decisión correcta) sea mucho más fácil.

2.- Define al detalle y de forma atractiva eso que quieres lograr

Para tener disciplina, hay que hacerle la vida fácil a nuestro cerebro.

Imagina la siguiente situación:

Un amigo te propone salir el viernes por la noche, pero sin un plan concreto, mientras que otro amigo te propone ir a cenar a un restaurante japonés delicioso, y después ir a la inauguración exclusiva de la nueva discoteca.

¿Qué plan de viernes elegirías?… Es probable que te inclines más por el plan concreto.

Piensa en la descripción detallada de los platillos en los restaurantes, o de las propiedades para la venta.

A tu cerebro le gusta la seguridad y la certeza.

Así que si tienes que elegir entre ver la segunda temporada de tu serie favorita o «hacer ejercicio» como te lo propusiste, pues bueno… ya puedes imaginarte que es más probable que elijas.

Pero si tienes que elegir entre ver la segunda temporada de tu serie favorita, o «salir a caminar para respirar aire fresco en el parque, escuchar un audiolibro de suspenso y tomar un poco de sol», es probable que tu cerebro se entusiasme más por la opción saludable.

Así que escribe lo que quieres lograr de forma detallada y sobre todo, haz que suene bien y que sea atractivo para tu cerebro.

Algo así como un marketing para lograr metas.

Por ejemplo:

  • Ir a la clase de zumba de los jueves y viernes para escuchar música alegre y sudar delicioso
  • Preparar una ensalada saludable por las noches mientras escucho un podcast para así poder llevar un tupper de envidia a la oficina
  • Escribir 2 capítulos de mi novela los sábados en la mañana en la cafetería de moda y pedir un té de menta con miel.

No solo lo pienses, escribe todo muy bien sobre papel.

3.- Encuentra una razón personal que explique por qué quieres lograrlo

Es necesario identificar por qué quieres lograr esa meta en particular.

Muchas veces tienes que ser honesto contigo y enfrentarte a tus motivaciones más secretas.

Por ejemplo:

  • Quiero hacer ejercicio (porque quiero recuperar a mi pareja)
  • Quiero comer saludable (porque quiero verme bien cuando me compre ropa nueva)

Los valores “saludables” se agregan muy al inicio pero a veces NO son los verdaderos motivos para tomar acción.

Los motivos para tomar acción son personales y únicos. Así que sé honesto acerca de por qué quieres realmente lograr algo.

4.- Define qué te hace fallar y crea un plan

¿En qué momentos sueles necesitar más disciplina? ¿cuándo te es más difícil ser constante?, ¿bajo qué circunstancias te cuesta mucho tomar acción?

Haz una lista con todos esos obstáculos que hacen que ser disciplinado sea más difícil y, crea un plan por adelantado para solucionarlo.

Por ejemplo:

  • Siempre que salgo con mis amigos fumo. Entonces, cuando salga con mis amigos me llevaré un paquete de chicles de menta para disminuir mi ansiedad por no fumar
  • Cuando voy a pasear al centro, me cuesta no comprarme nada y fallo con mi meta de ahorrar más. Entonces, cuando vaya de paseo dejaré todas mis tarjetas de crédito en casa y, solo llevaré poco dinero de bolsillo
  • Cuando voy al supermercado suelo comprar helado y después en casa me cuesta resistirme. Entonces, cuando vaya al supermercado evitaré pasar por los congeladores o iré a un supermercado diferente.

5.- Crea un plan (por adelantado) para tomar acción con más facilidad

Así como ayudamos a tu cerebro a tomar acción haciendo tu meta más detallada y atractiva, necesitamos también ayudarlo de otras formas a tomar la decisión correcta y ejercer la disciplina.

Por ejemplo:

  • Dejar tu ropa deportiva en al puerta para salir a correr
  • Tener tu lista de supermercado por adelantado para adquirir solo los ingredientes necesarios y comprar sano
  • Ten tus libros, notas y cuadernos ordenados en el escritorio para sentarte a estudiar

Resumen de los pasos para tener más disciplina y lograr metas

    1. Cambia la mentalidad que tienes sobre ti
    2. Define detalladamente lo que quieres lograr
    3. Encuentra tu motivo personal
    4. Define qué te hace fallar
    5. Crea un plan de acción por adelantado

Estrategias de emergencia para tener más disciplina

  • Respira profundamente contando hasta 10 y ¡toma acción!

En ocasiones, la cuestión no es si quiero tomar acción o no.

A veces, simplemente estamos agobiados, agotados o desmotivados y, sería mucho más fácil procrastinar (en vez de tomar acción en este momento)

Cuando te sientas particularmente desmotivado, solo cuenta hasta 10 y respira profundamente, al terminar oblígate a tomar acción.

Quizás todo lo que necesitas es un pequeño empujón para dar el siguiente paso y ¡hey! así es como comienza la autodisciplina.

  • Recuerda tu motivo personal

El paso #3 para lograr tener más disciplina señala que debes descubrir el por qué quieres lograr algo en particular. Es decir, por qué quiero esa recompensa a largo plazo.

Cuando sientas que te falta disciplina, recuerda tu motivo y reafirma la necesidad de tomar acción en este momento.

Recuerda que es necesario resistir ese sofá cómodo y salir a caminar, para demostrarle a tu hijo que el ejercicio es importante

Recuerda que es necesario decir que no a esa salida con amigos, y seguir escribiendo tu tesis, para lograr el puesto de trabajo bien pagado que deseas.

Recuerda que es necesario resistir el postre al final de la comida, para verte bien en la boda de tu amiga (y por supuesto ser una persona más saludable)

  • Negocia contigo: ¿qué es lo mínimo que puedo hacer ahora?

Es inevitable que incluso con un plan de acción muy bien diseñado, aparezcan algunos días en los que te sea más difícil ser disciplinado.

Pero ¡espera!… antes de darlo todo por perdido, es mejor negociar contigo mismo.

Pregúntate: ¿qué es lo mínimo que puedo hacer ahora?

Tal vez salir a correr 30 minutos sea una tarea enorme, pero quizás si solo me pongo los zapatos deportivos y me comprometo a correr por 5 minutos, sea más fácil tomar acción.

Tal vez tener que cocinar un platillo saludable al horno sea una tarea muy grande, pero quizás sí solo preparo una ensalada, sea más fácil tomar acción.

Para tener disciplina, es mejor tomar acción con algo muy pequeño que fallar completamente.

  • Ten una lista de mini recompensas saludables de emergencia

Nuestro cerebro está en una búsqueda constante: ¿cuál es la recompensa más alcanzable a corto plazo?

Pero para ser disciplinado, tienes que entrenar a tu cerebro para elegir la recompensa saludable del futuro.

Para hacerlo más fácil, te sugiero que tengas una lista de por lo menos 3 recompensas saludables que pueden motivarte a tomar acción en esos momentos en los que no quieres tomar acción.

Y así puedes negociar contigo mismo y decir: “vale voy a tomar acción y después me recompensaré con…”

Estas recompensas tienen que ser inmediatas, gratuitas, y alineadas con tu objetivo de tener una rutina más saludable.

Por ejemplo:

  • Una ducha caliente con calma
  • Un té aromático y ver una revista
  • Un café con leche en paz
  • 15 minutos en el sofá viendo el móvil
  • 1 capítulo de mi serie favorita
  • Felicitarte a ti mismo en el espejo (o por escrito)

Reconocer y valorar tu esfuerzo puede ser lo único que te hace falta para cultivar más disciplina en tu vida.

3 acciones cotidianas que te ayudan a entrenar tu disciplina

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Hasta aquí ya sabes cómo empezar a ser disciplinado para lograr tus metas, qué hacer en momentos de debilidad, pero aún nos falta aprender cómo entrenar tu disciplina a largo plazo.

Esto te facilita ser disciplinado y refuerza todos los pasos anteriores.

Una de las mejores formas de entrenar tu disciplina es poner en práctica algunas acciones cotidianas que entrenan tu mente a la acción.

Estas son mis 3 favoritas.

1.- Lava los trastes (friega la vajilla) inmediatamente después de comer

Tal vez te guste lavar los trastes, tal vez no te guste o tal vez tengas una máquina en la cocina que lo haga por ti. Olvida todo eso y simplemente hazlo tú justo después de comer, sin excusas.

Es un ejercicio sencillo y tal vez no tenga nada que ver con tus metas o con los hábitos que quieres cambiar. Pero, si es una forma de dominar tus impulsos, hacer algo que no quieres y tomar acción sin posponer.

Es sólo un pequeño paso: cuando termines de comer tu desayuno, lava tu tazón y tus cubiertos. Cuando termines tu café o té, lava tu taza.

Te sentirás mejor una vez que lo hagas de forma constante.

2.- Haz tu cama justo después de levantarte

Parece mentira pero esta acción tiene más beneficios de los que te imaginas.

Tener que hacer un espacio de algunos minutos para tender tu cama es un poderoso ejercicio: simplemente porque no hay urgencia de hacerlo y nada malo pasará si no lo haces en ese momento; pero tú te obligas a hacerlo como un entrenamiento de disciplina.

Además, se ha visto que dejar hecha la cama mejora tu productividad. Te da la sensación de que «la primera tarea del día está cumplida» y te motiva a continuar con las que siguen.

Además cuando vuelvas a casa el orden te ayudará a relajarte y a disfrutar el resto del día con menos pendientes sin hacer.

3.- Acaba la ducha con agua fría

Si eres más valiente, empieza con la terapia de las duchas de agua fría. Pero, si estás iniciando tu camino hacia una vida más disciplinada, empieza a ducharte con agua tibia (o como tú la prefieras); pero termina, por lo menos los últimos minutos, con agua fría.

Esta simple acción te obliga a enfrentar una incomodidad y a luchar con tus propias excusas. Las cuales generalmente son las responsables de que no tengamos disciplina.

Existen muchas más actividades que te ayudan a entrenar tu disciplina. Por ejemplo:

  • Usar hilo dental después de lavarte los dientes
  • Acomodar tu ropa siempre en su lugar
  • Cocinar en casa por lo menos una comida
  • Separar la basura
  • Tomar siempre las escaleras y no el ascensor

Incluso existen 5 hábitos clave que te ayudan a tener más disciplina en tu rutina diaria.

Si logras incorporar uno solo de los siguientes hábitos, verás que ser disciplinado se vuelve mucho más fácil.

Es como una paradoja ser disciplinado te ayuda a formar hábitos y algunos hábitos te ayudan a ser más disciplinado.

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